[destacado] No hay duda en mi mente, era papel único y líder de Mandela en la búsqueda de una solución negociada, pacífica y constitucional que impedía al país en guerra civil. [/standout] Era la manera de Nelson Mandela testaruda y steely deciden pegarse a su meta de una solución política pacífica en Sudáfrica que le distingue de otros líderes.
De eso me volví convencido mientras trabajaba como reportero político durante los 1990s turbulentos y a menudo violenta en Sudáfrica del apartheid.
Determinación absoluta de Mandela para seguir avanzando en un camino tranquilo, frente a provocaciones intolerables, en lugar de recurrir a la venganza o la violencia, era desconocida en el momento. Recuerdo a dos diplomáticos de Estados Unidos, al comentar que si el proceso de negociación multipartidista éxito, sería un mundo primero.
No hay duda en mi mente, era papel único y líder de Mandela en la búsqueda de una solución negociada, pacífica y constitucional que impedía al país en guerra civil.
Este hecho fue claramente y de forma violenta corroborado durante varios meses sangrientas en 1992, trágicamente enmarcados por la masacre de Boipatong en la noche del 17 de junio, cuando los residentes de más de 40 tiros o a machetazos fuera de Johannesburgo, y la masacre de Bisho del 7 de septiembre cuando 28 manifestantes desarmados murieron por disparos de las tropas en el cabo oriental.
Unos meses antes, en mayo, negociaciones multipartidistas se derrumbaron en medio de desacuerdos mordaces, y luego en junio las negociaciones fueron interrumpidas por un liderazgo del Congreso Nacional Africano (ANC), furioso por la masacre de sus seguidores en Boipatong por partido de Mangosuthu Buthelezi Inkatha de la libertad.
La tensión política en el momento en los townships de Sudáfrica era claramente palpable, y se sentía como si el país estaba en un filo de la navaja y voces muy posiblemente hacia una catástrofe violenta. Optimismo inicial para un acuerdo negociado había disipado en gran medida después de que fracasaron las conversaciones multipartidistas.
La ANC también culpó al gobierno por fomentar la violencia del municipio, que había matado a un estimado 8.000 sudafricanos negros puesto que Presidente FW de Klerk había asumido la oficina en septiembre de 1989.
Sin embargo Mandela se negó a buscar venganza. Como periodistas, nos acompañaban a Boipatong el 21 de junio donde dirigió a los residentes en el mismo campo donde, la víspera, policía había disparado sobre una multitud de manifestantes tras la salida precipitada de un inoportuno de Klerk.
Mandela no enmascarar su ira: "estoy convencido de ya no estamos tratando con seres humanos sino animales... No olvidaremos lo que han hecho Señor de Klerk, del partido nacional y el Partido Inkatha de la libertad a nuestro pueblo. Nunca había visto tal crueldad." Dos días más tarde los 90 miembros del Comité Ejecutivo del ANC, liderado por Mandela, decidieron suspender las negociaciones con el gobierno, citando su complicidad en la masacre de la razón.
Pero en lugar de hacer descarrilar el proceso de negociación, la masacre de Boipatong parecía fortalecer la determinación de Mandela de intentar alcanzar una solución pacífica. Un avance produjo pocas semanas después de la masacre de Bisho, cuando Mandela y de Klerk firmaron el 'registro de entendimiento', estipula que una Asamblea Constituyente libremente elegida, solo serviría como una legislatura de transición y sería redactar una nueva Constitución. Esta Sudáfrica preparada para las primeras elecciones democráticas a cabo menos de dos años más tarde.
Mientras que el CNA y Sudáfrica, fueron afortunados en tener un líder del calibre de Mandela, sería erróneo atribuir el éxito de la transición totalmente a un individuo, ignorando así los esfuerzos de innumerables soldados de a pie-y el liderazgo colectivo del movimiento mundial de lucha contra el apartheid, así como el papel desempeñado por de Klerk y su gobierno.
[destacado] Sólo alguien de la estatura de Mandela podría han acordado compartir el Nobel con su enemigo. [/standout] Sin embargo, Mandela fue un líder único. En el año siguiente las masacres Boipatong y Bisho, en ruta a Malasia desde Taiwán en una visita en nombre de la ANC, me encontré solo con Mandela en un salón VIP en el aeropuerto de Hong Kong. Serio y reservado me explicó por qué él todavía no confiaba en de Klerk, pero permanecía comprometido en un proceso de paz negociado porque la alternativa era impensable. Menos de tres meses más tarde, Mandela y de Klerk fueron conjuntamente el premio a Nobel paz para 1993. Sólo alguien de la estatura de Mandela podría han acordado compartir el Nobel con su enemigo.
Ya era muy claro que Mandela, que no sólo estaba convencido de un imperativo necesario negociar una solución pacífica, y para crear un orden político incluyente y solidario, pero también tenía la fuerza de personalidad para ver el proceso a través de observación. En el proceso, Mandela fue a horcajadas entre las divisiones en la sociedad de apartheid, para convertirse en un símbolo nacional de reconciliación a sí mismo y llevar a cabo la importante tarea de fomentar la confianza en las negociaciones y en el futuro del país.
Debo admitir que la observación de Mandela en el trabajo cambió mi vida. Ahora soy un ferviente partidario de la búsqueda de compromiso para alcanzar una situación de ganar-ganar donde hay conflicto.
A través de su postura negociadora implacable, principios, Mandela obligaron al Gobierno de apartheid a ir mucho más allá de sus seguidores siempre esperados. Como periodistas, presenciamos durante el proceso de negociación.
Por otra parte, el liderazgo apasionado de Mandela en instando a sus seguidores mucho tiempo oprimido contra en busca de venganza, junto con su correspondiente enfoque sobre el futuro de la gente de todos de África del sur, incluyendo blancos, ha cimentado su reputación como un gran líder. En la búsqueda de construir una sociedad pacífica, basada en una resolución de conflictos y justicia social y derechos humanos, Mandela nos enseñó qué liderazgo responsable significa.
Todos los que trabajan por la paz reconocerá y saludo su ejemplo imponente.
Este artículo fue publicado por primera vez en el blog directo de paz.